A veces nos preguntamos. ¿Cómo es, que lo que mas anhelo, no lo logro? Nos sentimos mal, cuando sentimos que lo que deseamos, depende de nosotros., por ejemplo, bajar de peso. Se supone que sólo necesitamos fuerza de voluntad y cuando no resulta nos decimos ¿me falta fuerza de voluntad?
También escuchamos que con disciplina se logra y nos preguntamos: ¿me falta disciplina?, o puede ser, también, que creamos que solo dejando de comer bajamos de peso y pensamos ¿tengo que comer menos? Y así acabamos creyendo que sentir hambre es lo peor que nos puede ocurrir.
Nos criticamos por nuestra forma de comer, nos decimos cosas horribles, que somos incapaces de lograrlo, que no tenemos fuerza de voluntad, que no tenemos control, que sentimos hambre que no deberíamos sentir, que somos un desastre.
Y lo mas grave de todo es que pareciera, que el hecho de no bajar de peso, califica a todo nuestro Ser, sentimos que no valemos nada ante nosotros mismos, por el hecho de estar gordos.
Y hoy quiero decirte que sufres y te acusas injustamente. Todos, absolutamente todos hemos logrado muchas cosas, y por eso ya, hoy, tienes un gran valor y es importante que lo reconozcas.
Tus logros empezaron desde que naciste. El primero fue respirar y mantenerte vivo. Ese logro y los que le siguieron, tuvieron como primer ingrediente el deseo de lograrlo.
Si tienes el deseo de bajar de peso, ya tienes el primer ingrediente para lograrlo.
El segundo ingrediente, es el impulso, la fuerza que te lleva a lograr todo lo que has necesitado en la vida, desde aprender a gatear, a caminar, a hablar, a leer, además de los logros que personalmente has tenido en la escuela, en el trabajo, a lo largo de tu vida, que no acabarías de enumerar, y que son sólo tuyos.
Entonces ¿cómo es que todavía no lo has logrado?
Primero, porque se te ha olvidado que ya tienes estos dos ingredientes. Te la has pasado criticándote por carecer de algo que en realidad si tienes; el deseo y el impulso, es decir, la capacidad para lograrlo.
Segundo, al estar juzgándote severamente, olvidándote de tus recursos, criticándote, de que careces de voluntad, o no tienes disciplina, o control, o por que has aprendido malos hábitos, se te ha olvidado escucharte a ti, percibir lo que necesitas.
En realidad si has adquirido algunos malos hábitos, entre ellos: el de escuchar primero a los demás y dejar de escucharte a ti mismo, y el de criticarte en lugar de mirar tus virtudes.
Todo esto porque vivimos en una sociedad que promueve la competencia, y para eso, tenemos que mirar lo malo y mirar hacia afuera, a los demás, antes de mirar hacia adentro, a nosotros mismos.
Dejamos de escucharnos, de atendernos, de mirarnos y sólo vemos lo que “debemos ser” y que difícilmente logramos, porque no lo somos. Miramos nuestras equivocaciones en lugar de nuestros logros. Nos desilusionamos y nuevamente nos decimos que somos incapaces, alimentando el sentimiento de auto rechazo, que nos lleva al fracaso nuevamente.
Así que recupera el contacto contigo, con tu cuerpo y con tu alma, ésté sería el tercer ingrediente indispensable para bajar de peso saludablemente.
¿Quieres conectarte nuevamente con tigo?
Empieza por escuchar lo que tu cuerpo y tu alma te piden. Cada vez que sientas hambre, pon mucha atención, no busques ocultarla o desaparecerla, eres tú hablándote. Pon atención a ti mismo, como lo haces cuando un amigo te habla. Ten la disposición de escucharte y de iniciar así una relación más saludable contigo.
Pregúntate ¿tengo hambre física o emocional? Es decir, mi cuerpo requiere alimento o me siento simplemente con ganas de comer, aunque en realidad, mi estomago, no da señales de hambre física.
Si el hambre que detectas es física, hazte algunas preguntas como ¿de qué tamaño es? visualízala en una imagen, ¿es de algo líquido o de algo sólido?, ¿dulce o salado?, ¿frío o caliente?, y sigue preguntándote hasta que detectes lo que necesitas, el tipo de alimento y la cantidad. Busca entonces lo que se aproxime a eso que tu cuerpo está necesitando, y come, no importa la hora que sea.
Tu cuerpo sabe en que momento requiere de alimento.
Come, sin distracciones, hazlo muy lento, mientras observas cómo se siente tu cuerpo, en que momento ya está satisfecho. Deja de comer en ese momento, no importa si no acabaste lo que estaba en el plato, si no va a servir para nadie mas. Vuelve a tus actividades y sigue atendiendo y escuchando a tu cuerpo cada vez que se comunique contigo.
Si siempre atiendes a tu cuerpo cuando tiene necesidad de alimentarse y le das solo lo que requiere, no tendrá la necesidad de guardar reservas, es decir de convertir el alimento en grasa, por que no tendrá que sobrevivir a largos ayunos.
Pero si detectaras que el hambre no es física, que tienes ansiedad o necesidad de comer sin hambre, pon aún más atención, atiende a tu alma, a tu Ser, que tiene necesidades también, pero no son de comida, son hambres emocionales, de sentimientos.
Escucha a tu alma, con mucha atención y pregúntate ¿qué estoy sintiendo? Estoy triste, enojado, preocupado, asustado ¿qué necesito para sentirme mejor? Necesito llorar, necesito gritar, descansar, aceptar, hablar, necesito un abrazo, ¿qué necesito?, ¿hambre de qué, tengo?
Observa lo que estás sintiendo, la situación que estás viviendo y busca darte lo que puede ayudarte a cubrir esa necesidad.
La comida sólo puede tapar esa necesidad por un rato, pero nuevamente aparecerá, porque no la estas resolviendo como necesita. El vacío continuara ahí si no lo miras y lo atiendes.
Esa comida que te das en lugar de darte lo que realmente necesitas a nivel emocional, es la que se convierte en gordura, porque no la necesitas, no resuelve tu necesidad..
Tanto el cuerpo como las emociones deben estar saludablemente atendidas y colaborando en equipo, para el bienestar integral, el equilibrio y la armonía de todo tu Ser. Empieza por escucharte y saber de ti, y si necesitas ayuda atrévete a pedirla. Existen personas especializadas que pueden ayudarte a descubrir tus necesidades y satisfacerlas saludablemente.
Si tienes interés en bajar de peso y mantenerte delgado a través de técnicas ericksonianas, contáctanos, somos profesionistas entrenados formalmente con estas técnicas y podemos ayudarte
El Instituto Milton H. Erickson de Cancún te ofrece grupos de autoayuda para bajar de peso con hipnosis de manera permanente y consultas individuales.